Manuel Vilas

Motivos para leer «El luminoso regalo» de Manuel Vilas. Alfaguara

Pincha aquí para obtener información sobre este libro.

Pincha aquí para saber de qué va este blog.

Manuel Vilas. El luminoso regalo. Alfaguara.

Mi lectura:

«Copular: arder en otro.»

«Escupe, amor mío. Escúpeme. Come mi hígado. Come mis huesos. Cómeme. Eso os decíais, hagamos el amor con nuestros órganos invisibles, aquellos que nunca han visto la luz. Querías follarte su hígado, meter allí dentro tu polla. Quiero chuparte el corazón, quiero meter mi coño allí, encima de tu corazón. Necesitáis cirujanos que abran vuestros cuerpos y junten vuestros órganos. Lo que ansiáis necesita la alta cirugía del futuro. Querías que tus dientes fuesen sus dientes. Querías que tu vesícula fuese su vesícula. Querías olerle el culo y las axilas hasta el final. Querías conocer todos sus olores. Querías su intestino, su riñón, su esófago, sus vísceras, sus venas. Así folláis vosotros. Nadie folla así. Pero si no has follado así no has estado vivo jamás.»

«Dios y su hijo el Gran Jesucristo y Giacomo Casanova querían tu felicidad. Y te enviaban mujeres, docenas de mujeres.«

«La naturaleza castiga la promiscuidad, la castigó con la sífilis en el siglo XIX, con el Sida en el siglo XX, y la castigará de otra forma en el siglo XXI, para proteger un orden, no es una cuestión moral, tiene que ver con las matemáticas celestiales, unas matemáticas inmorales, de ordenamiento, no una ética.»

«Porque comer coños es lo único que sabes hacer y eso es bueno y Dios sabe que eso es bueno y su hijo el mismísimo Jesucristo también lo sabe: entrar en esa oscuridad, que es belleza e infinito, y también es nada. Jesucristo también se dejó crucificar por eso, por salvar eso.»

«Te atendió una manceba bellísima, morena y simpática, una mujer de unos veinticinco años, con la que te hubieras casado en ese momento y al minuto te hubieras divorciado de ella.»

«Solo puedes entender la exposición pública permanente de hombres y mujeres hermosos. Eso es no perder el tiempo. Vernos. Vernos mucho todos y todas. Estar viéndonos todo el rato. Bien vestidos, muy arreglados, con ropa chula, con alegría en los ojos, conversando con pasión desbordada, hombres y mujeres a punto de irnos a follar en el lavabo de los millones de bares maravillosos que hay sobre la Tierra, lo que fuese, a punto de besarnos fuertemente. Así siempre, en una exhibición sin fin.»

«Tu niña está durmiendo pensando en grandes paraísos celestiales en donde sus padres son columnas doradas.»

«Sabes que hay una parte de ti, un 99,5 por ciento, es decir, casi todo tú, que pertenece a Elena, tu mujer. Pero ese 0,5 restante no tiene dueño. Amas a Elena más que a ti mismo. No te importaría dar tu vida por ella, ojalá alguien te lo pidiera, ojalá estallara la Tercera Guerra Mundial y te vieras obligado a dar tu vida por Elena, lo harías sin pensarlo un segundo y morirías en estado de santidad y descansarías para siempre de las mujeres.»

«¿Y quién es el mismísimo Dios sino un soltero, tal vez el soltero de oro? La soltería creó el universo, creó la materia, pero no la vida. La vida surgió de la dualidad. La materia no tenía sexo ni enfermedad ni muerte. El sexo es enfermedad porque se convierte en vida y la vida es enfermedad.»

«Ahora sabes que no te movía la fama en sí, sino que te vieran más mujeres. Todo eran mujeres. Todas las mujeres. Tu foto en la prensa era eso: más mujeres.»

«Adolf Hitler era el anciano que yacía en la cama y levantaba la mano hacia el monolito, y dentro del monolito estaba el alma de Eva Braun, el misterio del amor. Regresaban los dos amantes y con ellos cincuenta millones de cadáveres. Los cadáveres y el amor eran la misma cosa. Y el Universo seguía inalterable. Es imposible que el Amor humano altere el Universo.»

«Cómo es posible que una mujer que lee tu obra tenga la desfachatez de tener novio.»

«El Estado español y la Unión Europea deberían llevar una contabilidad costal de sus ciudadanos y multar a quienes no acreditasen suficientes coitos semestrales.»

«Todos mentimos y la mentira no altera el orden de la Materia. No altera las montañas ni los mares ni los planetas ni a los muertos. Puedes llegar a entender la mentira. Entenderla, e incluso amarla. La mentira es la palabra de los pobres. Los pobres mienten.»

«Millones de mentiras que son como bisagras que unen a hombres y mujeres.»

«Los amantes esconden sus dentaduras defectuosas por temor a no ser besados.»

«Mientras ibas en el taxi que te llevaba al hotel le pusiste un WhatsApp a Ester que decía así: Solo le pido a Dios y a su mismísimo hijo el Gran Jesucristo que no estés follando con otro.»

«¿Hemos tenido padre? ¿Hemos tenido madre? Parecía una ficción. En realidad, procedemos de actos eróticos perdidos en el tiempo, de penetraciones y de eyaculaciones y fecundaciones de las que no hay registro en ningún sitio. No sabemos si fuimos concebidos en un orgasmo luminoso, en un acto rutinario, en un coito feroz, desconocemos nuestro verdadero origen.»

Luminoso Regalo Vilas

Estándar